sábado, 25 de febrero de 2017

La Paz de las Migajas


Ricardo Garanda (Casabas, Agosto 2015)


Al alza los precios
de las miserias incompartidas,
a la baja se deja
el alma colectiva
entre rejas,
en la apatía irresponsable rendida
que ya viene de lejos,

de un Sancho con su hogaza,
el vino del pellejo
y su medio queso de oveja.


Renunciar a la Barataria
que ilumina la esperanza
tras el sol y volver,
humillado súbdito,
al maltrecho reino,
y entrar callado por la puerta
de las caballerizas,
rendido de la lucha,
vencido sin el grito
Vídeo y fotografia de J.L. Romero.
entregado ante tu dueño.

No hay Ínsula para ti,
por muy lejos que vayas
no se trata del regreso
a ninguna Ítaca,
nido soñado de nuestro
personal destino.
Ha de ser fruto la batalla
del sueño colectivo.

Da igual si son molinos o colinas,
o si los que llenan la braña
de amarillo brillante
son manadas de merinas.
A nadie extraña
si son nuestros gigantes
y nosotros los guerreros,
para seguir adelante
o aceptar la ruina
del final de un perdido sendero.

Solo nos queda
que la tristeza del fracaso
no asume ¡ya quisieran!
la mirada al vértigo
de la vacía tinaja
ni el susurro en la esquina
de firmar, rendidos,
la paz de las migajas.




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