las
quinientasmil horas de vuelo
la
tierra se me va lejos
Qué
difícil es dejar huella
en
el mundo de los seres normales,
se
borra casi entera
con
el adiós en el mismo instante,
y
van desapareciendo los restos
de
forma implacable y nada austera,
esos
trazos de huella restantes
que,
con algún esfuerzo,
no
quedaron entonces fuera.
Las
distancias se alargan
a
pesar de ese esfuerzo entrañable,
y
el tiempo
condena
y dilata
al
espacio
más
acá de los muros deseables.
Más
de quinientasmil horas de vuelo,
diseccionando
el dato:
Muchas
inconscientes,
la
mitad en sueños,
unas
cuántas entre amigos
y
el resto olvidado y recordando.
Muchas
horas, total para un rato.
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