sábado, 3 de febrero de 2018

A Cántaros

En la Bombonera

Ricardo Garanda Toledo, 010218


En esas noches…
Sueña, escribe y sueña.
En esos días…
Escribe, vive y escribe.
No te olvides de nada,
ni en esos días
ni en esas noches.
No son ni malos ni buenas,
son tuyos, son tuyas
esos días en los que no estas,
esas noches
en las que no te encuentras.

Una copa de vino amigo,
una copa, amiga,.
Respira hondo y déjate.
Vuela y persigue
y déjate llevar.
Tal vez una canción de Pablo Guerrero
te ayude a beber, 
venimos de lejos.
De cuándo el poema era canción
y el dolor sangre
incolora de pionero,
de las venas desilusionadas
de lo que no pudo ser.

Y espera a la próxima mañana,
sal a la calle,
es lo que hay, ¿ya lo sabes?
Es lo que hay después del sueño.
Vive y escribe para firmar la paz
vive y escribe
hasta que la luz se apague
porque el amor nos salva.
Sin él no hay nada
más allá de esa línea difusa
que nos limita y apaga.
Sin esas manos que se buscan
no habría nada,
Sin esos labios que se rozan
al mundo no le quedaría
nada. Ninguna excusa.

Se quedan con todo,
quieras o no quieras,
con nuestros sueños,
nuestros gritos rozando el amanecer
en la terraza de la Bombonera.
Se los llevan
mientras creemos protegerlos
en la noche,
pero nos quedamos con el amor,
con eso no pudieron,
al menos con eso no.

Y lo escribimos, y lo vivimos,
y nos rescató del duelo
y de la zanja de nuestra desilusión.
Y mientras amábamos
llovió Pablo, llovió,
pero no las suficientes gotas,
apenas llegó a mojar el suelo,
sólo humedeció nuestro alma.
Ponle música a ésta entrega,
las cuerdas de mi guitarra
hace tiempo que ya están rotas.


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