Verde,
rojo,
si,
no,
aquí,
allí.
Hay
que moverse,
quietos
no cabemos
en
este universo de hormigón y asfalto
que
aprieta, estruja, grita y acobarda
con
furia todos los días nueva.
Y saca la tristeza,
tu
a mí y yo a ti,
armado
con la alabarda
y el mazo
a
buscar el principio de la cueva,
el
rio nuevo, la piedra solitaria y el árbol
criado
por el viento, la
tierra y el agua.
buscando el viejo rastro.
Apenas
te rozo
y
me extraño en los espejos de las calles
de
los pasos que apetece contar
para
reclamar el gasto.
Verde,
rojo
si,
no,
aquí,
allí.
Madrid.