Ricardo Garanda
2020
Flota mi espíritu
en
un océano revuelto
en
cruces de corrientes salvajes,
mientras
mis manos
posan
en tu laguna piel.
Dejo
la estación y subo al tren
de
un nuevo viaje.
a
los parajes de miel.
Sombras que tratan de esconderse, inútilmente, de la luz que ilumina la realidad cotidiana. Las negras son mias, dudas, duelos y, a veces, espejismos vitales. Las Rojas son de sangre, de ira y del color de la reivindicación de las gentes más perjudicadas.
Ricardo Garanda
2020
en
un océano revuelto
en
cruces de corrientes salvajes,
mientras
mis manos
posan
en tu laguna piel.
Dejo
la estación y subo al tren
de
un nuevo viaje.
a
los parajes de miel.
Ricardo GAranda
Casabas 2020
Pude
hacer un poema para parar el mundo
pero
no lo hice, me dio miedo.
Pude
gritar fuerte para que el mundo parara
pero
no me atreví y el miedo se impuso.
Pude
gritar fuerte
para
que parara el mundo,
pero
no lo hice,
me
dio miedo.
Pude
plantarme y decir basta
pero
continué
con
lo fácil del día
y
el miedo duró una semana más.
Pude
hacer un poema
o
contar una historia
para
parar el mundo
pero
no me atreví
y
el miedo se impuso.
Madrid, 251017
Lágrima que para regato suma,
riachuelo hasta arroyo
con vocación de rio
que avanza la lágrima
exhibiendo silueta
de agua o bruma
hasta la mar o la nube,
una inmensa, la otra
inquieta.
Rio fuerte adulto
que duele heridas
y cura llantos.
Antes adolescente arroyo
que aprende-piensa
que habla-enseña.
Antes lágrima niño que
despierta
un nuevo intento del azar.
Y antes sólo un sueño
del que este niño nació
en esa dura piedra
dónde otra lágrima
resbaló a la Mar
y desde la Mar volvió.
Ricardo GAranda
Si existiera un alma
estaría al otro lado del sol.
Allí en la parte limpia
de mi visión.