Ricardo GAranda
Casabas, quincuagésimo noveno día de la época del Virus
El
círculo me sitúa en el mismo sitio,
no
enseñé nada hoy y ningún maestro
me
sorprendió con un nuevo conocimiento,
la
muerte da sus cifras parecidas a las de ayer
augurando
mejoras para mañana,
han
de decirnos qué hemos de hacer
mientras
existan los números de la pandemia.
Los
amores se congelaron y las edades también,
se
congeló el pensamiento sin escape,
entre
morir o encerrarse
en
la impaciencia del no hacer
del
no girar, del no correr.
Y
sin movimiento no se crea energía,
somos
máquinas paradas, inútiles
porque
unas invisibles motas
se
nos colaron en los engranajes
diseñados
para avanzar,
nos
vence una mierda en forma de corona.
Es
una parálisis que ni soñar nos deja,
solo
contar muertos y minutos encerrados
con
nuestro espíritu en pleno coma.