domingo, 7 de junio de 2020

Poeta


Ricardo GAranda

(Casabas, 030320)


Siempre he sido poeta cuando he sido angustia
en el vacío de nadie, de nada.

Crucé los mares enlazando las lianas
que colgaban de las estrellas
en aquella playa de Sada.
Viví mi sueño
sin saber si era vida o mentira
y lo hice verdad en mi poesía

Luché con el grito
y con las jardineras urbanas,
y mi poesía, también con mi poesía.
Cambié en mis cuadernos
mil veces los mundos
con comas donde me imponían puntos,
tapando grises con rojos.

Canté las letras
prohibidas por los verdugos
e inventé, yo también,
su orden en la palabra Libertad.
Miré de frente y de reojo,
agucé el oído unas veces,
otras me hice el sordo
bien anclado en mi vanidad.

Sentí mil veces en mi piel
el desastre del silencio tras el ruido,
el profundo silencio
tras el mucho ruido.
Conocí el amor con ansias de eternidad
y mi poesía asumió la ausencia,
las distancias.

Y morí con mis muertos,
tuve que hacer reclasificaciones
en el terreno de mis espacios
para ampliar el Paraíso  de sus memorias.

Si cruzasteis los mares desde la arena,
si vivisteis el sueño,
si luchasteis por limpiar el camino,
si cambiasteis letras y colores,
si mirasteis el sendero la noche de la luna completa,
si conocisteis el amor que trasforma en sueño el tedio,
si moristeis con el dolor de los muertos,
si fuisteis instrumento creador de poesía,
no hay duda, sois como soy yo: Poeta.
Y ya os lo digo: no hay remedio.