Ricardo GAranda
Casabas, cuadragésimo sexto día de los tiempos del Virus
Ese
pájaro me mira y yo no sé qué hacer,
No
me llega mi limitado talento.
Es
el mirlo de cuello blanco y me mira,
disimulo,
no sé qué debo hacer.
El
está afuera y yo adentro,
el
puede volar y yo ni correr,
el
puede trinar y trina y yo ni cantar intento.
Ese
pájaro me mira y no sé qué decirle.
Es
el mirlo de cuello blanco
Me
mira y yo le miro.
Me
animo: ¿de dónde vienes?
Y
el pájaro que me mira, trina.
Me
siento ridículo y a más preguntas no me atrevo,
porque
si le pregunto ¿de dónde eres?
quedará
cerrado el círculo trinando de risa
Me
atrae este pájaro que no entiendo,
tampoco
él me entenderá pero me verá raro
él
puede volar, es libre ¡caray!,
ha
de entender mis quejas,
sería
justo un temporal trueque:
su
trino por mi spotify,
su
universo por mis rejas,
sus
alas por mis redes
su
plumaje que a volar aspira
por
mis sueños sin final.
Pero
yo no sé trinar
aunque
ese pájaro me mira…