Casabas, 120819
Si no supiera lo que hay al otro lado,
pero
lo sé.
Sé
lo que hay al otro lado de aquella sierra,
lo
sé
porque
ya la atravesé,
subí
hasta allí y luego bajé.
Conozco
los aires húmedos
del
norte,
y
las aguas de las playas
calentadas
por los soles
del
sur.
Si
no supiera lo que hay tras un alma herida,
pero
lo sé
y
conozco los cuchillos
que
avanzan con el viento
poniendo
en peligro las prologadas vidas.
Lo
sé.
Pero
no sé lo que hay
más
allá del río de Murakami,
de
esa fuerte corriente profunda y fría
que
separa también para mi
la
Nada de la Existencia
y
la duda me congela
en
esta orilla insuficiente, baldía.
Necesito
del otro,
del
barquero que me ayude,
aunque
sea al precio
de
soñar su retrato
sin
rostro.
Necesito del otro para avanzar
antes de que la piel me mude.
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