martes, 17 de diciembre de 2019

Cuando las alas crecen despacio.


                              Ricardo GAranda
                                    131119



Es la impaciencia en el borde del abismo
que te hace temblar de sueños,
de ansias de lento ritmo,
de sueños.
El tiempo vuelve a ser lento
y angustia, desespera,
pasos lentos, lentos latidos,
inquietantemente lentos.

El mundo abajo y tú en tu nido
ansioso de necesarios alientos.
Y quieres volar a donde no llegue nadie
pero aún tus nuevas alas no están fuertes
para romper el aire.

Vino el amor a hablarte y lo hizo
sobre tus cenizas,
sosegado, sin premuras.
Vino el amor y te dijo
que de un árbol bien enraizado
se esperan frutas bien maduras,
aunque resistentes a las brisas.

Pero también vino el tiempo
y te habló porque aún pudo,
rompiendo el silencio
con palabras ciertas,
soltando de la maroma el nudo
donde la vida y el amor se enredan,
y recordarte, alma de alas tiernas,
que tras él ya nada queda.



No hay comentarios:

Publicar un comentario