Ricardo Garanda Rojas
Puerto de Vega Agosto 2015.
Y gritar la
decepción
desde aquí
arriba,
el balcón de
Barayo,
por los millones
de expatriados
que gritan su
desesperación
desde el balcón
de la vida.
Desde aquí te
asomas
y allí abajo el
bosque
acaba en playa
y la playa en
cueva,
rincón alejado
de los gritos
que buscan
una vida nueva,
pero el rumor de
la canción
de las perdidas esperanzas
hasta aquí
llega.
Qué envidia
tendrán
los
mediterráneos juncos,
alterados con
razón
por las almas de
patera,
a éstos milenarios
helechos
verdes y puros
desde los muy
lejanos
tiempos.
Y yo le grito mi
decepción
también de
patera
aunque admire el
helecho,
todos venimos
del sur
en ancestral
viaje
de alguna
manera,
generación a
generación
gritando que
nadie tiene derecho
sobre el aire,
sobre la tierra,
la vida…
es muy triste
esta canción.
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