Ricardo GAranda.
Tapia de Casariego, 071218
Hoy
la mar estaba rota
con
ese ruido de gritos y lamentos
expresando
pesadillas,
dolores
viejos,
macerados
de antiguo a fuego lento.
Apenas
hoy la mar
aguantaba
el choque del viento
que
va partiendo su muro,
arrojando
su fuerza contra las rocas
que
piso en silencio.
Cuando
la mar se rompe como hoy
se
parece a mi lisérgico espíritu
que
expongo, ofrezco y doy
aún
y por siempre inmaduro
con
la esperanza inútil
de
unir mis piezas
mientras
su fuerza separa
las
de esta mar rota que soy
y
me devuelve, otra vez,
su
imagen y mis duelos
que
ningún sueño repara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario