Ricardo GAranda Rojas
(Casabas, 010915)
El polvo que
levantan
los pies
desnudos
sobre la arena
caliente
nos avisa del
sueño roto,
ciego y mudo.
Pies anchos y
grandes,
o delgados,
pequeños,
pies mezclados
que sufren el
empeño
de su caminar
errante
fuera de las
rejas
de su muerta
vida
abandonada,
vieja,
en una inercia
suicida.
Pies desnudos
que levantan ese
polvo
del desencantado
camino
de alambres y
muros,
ofensas
que niegan su
destino
y traslucen el
vacío
de nuestras
defensas.
Ellos lentos
andan, se
mueven,
protegiendo sus
vidas,
están vivos,
aún están vivos.
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