miércoles, 27 de marzo de 2019

Paris sangró (Otoño 2015)


Ricardo GAranda (Toledo, 161115)




Cayeron las hojas más heridas aquel Otoño,
manchadas, salpicadas, golpeadas,
más rojas que en otros,
metralla que salpicó al bosque de la paz
dónde habita su fuerza,
sus troncos, sus ramas.

Ni dioses ni religiones,
el hombre busca excusas
sin pararse a respirar.
El hombre mata al hombre
porque no sabe evitarlo, no sabe.
Mata cuándo muere y muere cuando mata
en un mismo acto, en el mismo circular instante.
Es el hombre y no sabe, no puede parar.

Estas hojas rojizas
cayeron a nuestros pies y dibujaron
una triste y cínica sonrisa
que del silencio se cobra.
Mientras, el mundo sin consuelo,
se hace trizas, se desbarata.

Paris sangró porque el hombre mata.


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